viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Ameriberia?

A escasos días de la elección presidencial en Chile, donde ya nadie, hace varios meses o años, duda de la victoria de la candidata Michelle Bachelet, se publica su programa electoral. Son en torno a 200 páginas de trabajo de diferentes comisiones, profesionales preparados, muchos de ellos con experiencia de gobierno en los mas altos niveles: Ministros, Embajadores, Secretarios Generales de importantes organismos internacionales, intelectuales con prestigiosos CV académicos, lo que se dice la elite.

El programa establece la visión y prioridades del gobierno que viene,
y nos señala con mediana claridad cuales son las preocupaciones actuales del próximo ejecutivo. Y como en todo, lo importante no solo es lo que se dice sino que también lo que se omite.

En la dos páginas de las Relaciones Exteriores de la próxima presidenta de Chile, se habla sobre todo de economía y de intereses comerciales. Nada nuevo por cierto. Pero se mira hacía el Pacífico, hacia los mercados asiáticos y se recuerda una vez mas la necesidad de integrarse mas y mejor con los vecinos. Se habla de EEUU y la UE, y como mejorar los tratados que se tienen con ellos. En el caso de la UE también la necesidad de mejorar los aspectos de cooperación política, cultural, etc.

Y no se habla, ni se menciona a la “comunidad iberoamericana”, ni por supuesto a las cumbres Iberoamericanas, su futuro o lo que sea. No existe.

No hace falta leer el programa de Michelle Bachelet para constatar el estado de salud agonizante de la “Comunidad Iberoamericana”, basta con ver la foto oficial de la última cumbre, la XXIII que se acaba de realizar en Panamá, y constatar que no están la mitad de los Jefes de Estado.

En estos 23 años que han pasado desde la primera Cumbre, sin lugar a dudas han cambiado muchas cosas, de lado y lado. La globalización es un hecho, el desarrollo de los países “iberoamericanos” también, el desarrollo del fenómeno “latino” en EEUU, la crisis mundial, la crisis de España y Portugal, etc. Son situaciones que acercan y/o alejan, sobre todo cuando se trata de intereses económicos o de negocio. Porque los intereses no crean comunidad, solo relaciones. 


Pero a pesar de todo no se puede negar lo obvio. Hay un lazo o elemento común que permite hablar de comunidad. El idioma y la historia, por consiguiente la cultura. Creo que es ahí donde toca mirar hoy como componente aglutinador, y vertebrar en torno a ese eje la nueva comunidad, que probablemente habrá que llamar de otro modo. ¿Ameriberia?

domingo, 27 de septiembre de 2009

Un segundo

Medir el tiempo es muy fácil, basta con mirar un reloj, un calendario, un cronometro. Y todas las medidas son precisas. Lo increíble es que la medida del tiempo es siempre la misma. Un minuto es un minuto, en cualquier reloj, a cualquier altura, temperatura, humedad, etc… Pero luego lo mismo se siente de otro modo. “Toda una vida” o 83 años 7 meses 8 días cuatro horas, … Lo primero está lleno de sensaciones, de sentimientos. Evoca el frío y el calor, el amor y el desdén, la alegría y la tristeza, el bostezo y la sonrisa. En cambio 83 años son muchas horas juntas, muchas noches y muchos días, parecidos.

“Se me pasó volando”. ¿15 minutos? ¿Un mes? ¿una vida?

Ese es el tema, lo que es y lo que sentimos que es. Un segundo es un segundo, pero puede parecer una eternidad.

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miércoles, 8 de julio de 2009

Sombras en la pared

En términos generales la derrota es algo difícil de expresar, y en política mucho más. En algunos deportes, llegar a la final es todo un éxito, pero si el resultado no es favorable, ser segundo es toda una derrota, casi peor que salir último.

Cuando Pinochet perdió el plebiscito de 1988, en esa fría e incierta noche de Octubre, cuando ya se percibía la derrota y la televisión empezó a transmitir al correcaminos, en El Palacio de la Moneda sus asesores querían convencerlo del buen resultado. Había salido segundo. Con ironía y mucha rabia, el dictador preguntó dónde estaba el champagne para festejar.

En las elecciones municipales o legislativas, nunca hay perdedores. Siempre hay algún dato nuevo. Por ejemplo se pierde en todos lados, pero se gana en la capital principal. Es una fiesta. Se sacan menos votos pero mas diputados, o se sacan menos diputados pero mas votos. O perdimos porque los otros hicieron una campaña sucia. Siempre se pueden expresar los resultados de modo de no parecer perdedor.

Pero lo mejor en esta liturgia de los resultados, la dio el otro día Nestor Kichner. En la expectativa de la elección, y por los temas que se habían puesto en la mesa, que su rival sacara mas votos que él, era sin duda una gran derrota. Efectivamente fue así. A las 10 de la noche era claro que había perdido, mas o menos dos puntos de diferencia. Los ganadores esperaron, Kirchner no reconocía la derrota. Los ganadores festejaron igual. A las 3 de la mañana aparece Kichner en el Hotel donde estaba su sede, y dice que perdió, pero por muy poco, o poquito llegó a decir. Luego agregó que si ellos hubiesen ganado por esa diferencia, seguro que los acusaban de fraude. Genial, el es el bueno porque no los acusa de fraude, y no le ganaron, sino más bien perdió por “poquito”.

En la caverna de Platón, una persona que ha pasado toda su vida encerrada y solo ha visto sombras sobre la pared, cree que la realidad es eso: sombras sobre la pared. Hoy en día con tanta información dando vuelta , que no somos capaces de asimilar y menos de analizar. Segundos puestos que son primeros, derrotas que parecen victorias, realidad virtual y pandemias de laboratorio, nos está pareciendo que la realidad es eso: sombras en la pared.

miércoles, 15 de abril de 2009

Un poco de contenido por favor


En las próximas elecciones presidenciales en Chile, los dos candidatos con mas posibilidades - Frei y Piñera -no tienen posiciones aparentemente muy distintas, aunque si que lo son de fondo, de forma e históricas. Y se pelean un porcentaje de electores “indecisos”, de centro, que no debe ser mayor a un 5 a 7 % del conjunto de los electores.

Sin grandes diferencias que exponer, ¿Qué hace la diferencia? Hace años que los expertos en marketing político apuestan por la presencia permanente, la cuña en radio y TV, salir cueste lo que cueste en los medios. La última novedad es analizar el “fenómeno” Obama, y ver quién lo imita mejor. Si Obama estaba en Facebook, tenía un blog y un podcast, todos en Facebook con blog y podcast, igualito que Obama. Como si el  ” fenómeno” fuera la apariencia solamente.

Frei está empezando su campaña, tratando de posicionarse en una propuesta desligada de los tradicionales políticos y partidos políticos. Tendrá que buscar como reivindicar estos ya casi 20 años de gobierno de la Concertación. Que  han cambiado – para bien -  radicalmente a Chile, desde el ejercicio de la libertad y la democracia. Sin desaparecidos ni partido único.

Piñera se presenta como el candidato del cambio. Con los mismos dirigentes que fueron ministros, subsecretarios  y etc.  durante los 17 años de dictadura de Pinochet. Como los mismos que llevan años y años tratando de ganar unas elecciones, y no pueden,  a pesar de tener el poder del dinero y los mass media.  

Piñera fue al funeral de una joven asesinada en un autobús, para después hablarle a la prensa de la inseguridad ciudadana y como con su gobierno iban a cambiar las cosas. Se tuvo que ir ante la indignación de los parientes de la niña asesinada.

Frei fue a un centro de computación para estar cerca de la gente y presentar sus propuestas. También lo criticaron, por acercarse solo cuando hay elecciones.

¿Cuánto de esto estaba preparado por sus oponentes y no era espontaneo? Puede ser que todo.  Pero al final uno se alegra de no ver solo cosmética política.

Quizás hay que decirle a los candidatos, ojo que lo que quiere la gente no es solo tener un blog y estar en Facebook. Un poco de contenido por favor, que eso fue lo que diferenció a Obama.

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martes, 21 de octubre de 2008

El Baobab del Poeta





En una calle normal de Natal, poblada de comercios, colegios, talleres mecánicos y otros negocios, hay un árbol de miles de años. Su diámetro es de 12 metros. En Sudáfrica se examinó uno similar y determinaron que tenía 1.200 años. Con lo cual se supone que este de Brasil puede tener la misma edad. Se trata de un Baobab. Árbol originario de Madagascar y Australia. ¿Cómo llegó hasta aquí? No se sabe.

Lo que si se sabe, o por lo menos se especula, es que este árbol fue visto en su momento por Saint Exupéry e inspiró parte del Petit Prince. Los aviones de la compañía Aeropostale francesa, que inició las primeras rutas de correo aéreo desde Europa a Sudamérica, cruzaban el Atlántico desde Dakar en Senegal hasta Natal en Brasil. La capital del Nordeste brasileño, es el punto mas oriental de América y por consiguiente mas próximo a África. Parece que Saint Exupéry realizó varias veces ese viaje, y además del Baobab hay ciertos paisajes típicos de esta región que se ven reflejados en el libro.

Es asombroso ver el Baobab en medio de la ciudad. Y es emocionante pensar que en algún momento Saint Exupéry, estuvo cerca, lo vio e inspiró una bella creación como el Principito. Siempre es impactante estar cerca de algo antiguo, y transformar el tiempo, un concepto, en algo tangible. Mas de mil años, lleno de raíces, ramas y hojas. Con una textura que parece la piel de un elefante. El árbol ya no es madera, es cuero. ¿Hace mil años que había en Natal? Seguro que calor, humedad y mucha vegetación.

Ahora se llama el Baobab del Poeta. No solo porque inspirara una gran obra literaria. Sino porque también inspiró a otro gran poeta. Diogenes da Cunha Lima vio el Baobab en un terreno a la venta y comprendió que estaba inexorablemente condenado a la voracidad urbanística. Lo compró. Ahora es suyo, es el baobab del poeta. Algunos días se llena de niños que vienen con el colegio a admirar esta maravilla. Otras veces se hacen actos culturales, otras simplemente sirve para generar una inmensa emoción estética.

Naturaleza y ser humano. Miles de años con raíces y flores. Y un cuento maravilloso que con pinta de niño nos conmueve a todos. Probablemente también estará miles de años.

“Una tras otra, el piloto verificó las cifras y se sintió seguro. Se encontraba sólidamente sentado en el cielo.” Antoine de Saint Exupéry

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sábado, 4 de octubre de 2008

Economía real

Yo ya sabía que lo importante era estar con el producto adecuado y en el momento y en el lugar preciso, para que todos los esfuerzos empresariales sean recompensados con unas ventas sustanciosas.

Hoy sería el gran día, así por lo menos lo indicaban los informes de la mañana.
Me había preocupado de todo, había invertido hasta mi último peso. Ya faltaba muy poco para la hora de la verdad.

Dispuse la mercancía alineada y en orden para que los consumidores pudieran elegir y disponer rápidamente.

Vicuña Mackenna, metro Rodrigo de Araya, caen las primeras gotas de lluvia, y por fin puedo desplegar mi plan de marketing: “¡¡A luca el paraguas!!”

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miércoles, 28 de noviembre de 2007

El Canciller Araujo

De estatura mediana, complexión atlética, o quizás mejor, de físico nervioso. El Canciller de Colombia Fernando Araujo entró en el salón del Ritz de Madrid, dónde le esperábamos unas 200 personas a desayunar, con paso firme y fuerza en su mirada. Su rostro refleja aún los seis años de cautiverio en manos de la guerrilla.

Después de las presentaciones protocolarias de rigor, y dónde nos recordaron que estuvo secuestrado por la guerrilla durante seis años, y que logró escapar un día en que el ejército colombiano asaltó el campamento donde le tenían retenido, el Canciller nos habló con voz firme y segura. Se notaba que tenía las cosas claras, sin lugar a dudas, sobre quiénes eran los malos y quienes los buenos.

Toda su conferencia fue sobre lo que pasaba en Colombia. Un Ministro de Relaciones Exteriores hablando de Relaciones Interiores.

Dentro de lo conocido del relato del drama colombiano, dos cosas me llamaron la atención.

Lo primero, el Canciller comentó que la guerrilla lo cambiaba de lugar cada 20 días. Se suponía que de ese modo los servicios de inteligencia del ejército colombiano no podrían localizarle. Después de seis años, el ejército colombiano lo localiza en medio de la selva y prepara un operativo. Pero antes de lanzar la operación, el presidente Uribe llama a su padre y le explica: “tenemos localizado a su hijo, vamos a lanzar una operación de rescate, pero puede fracasar y los resultados ser nefastos. ¿Qué hacemos?” El padre de Araujo reúne a los hijos del Canciller y discuten el tema. Al parecer fue un dialogo rápido, y después de poco tiempo llaman al Presidente Uribe. “Adelante Presidente. Lo primero es Colombia y no podemos permitir que estos bandidos nos tengan a todos secuestrados”. Y el ejército asaltó el campamento, y dentro de la confusión, entre bombas, balazos y griterío, Araujo arrancó. Corrió por la selva, y después de algunas horas escapando por uno de los entornos más hostiles al ser humano, apareció en un pueblo y encontró a unos soldados. Se identificó, y lo trasladaron a Bogotá. Es imposible trasmitir todos los matices de la emoción del relato, pero después de eso, uno comprende por qué un Ministro de Relaciones Exteriores solo habla de relaciones interiores.

Luego, entre las mullidas moquetas del salón del Ritz, sus canapés y otras exquisiteces, llegó un turno de preguntas que realmente fue un poco trivial. Es difícil que ante la profundidad del drama de Colombia se puedan hacer preguntas inteligentes. Finalmente en un conflicto de ese tipo no hay matices. Los malos son malos, y los buenos tienen que ser necesariamente buenos. Sin preguntas.

Pero del público surgió una señora llena de buenas intenciones, de apellidos compuestos y de joyas propias del hotel que nos acogía, y en un alarde de sensibilidad sicológica, y en una especie de fusión entre el síndrome de Estocolmo y quizás que otra cosa, preguntó: “¿Ministro, después de seis años de cautiverio no le resultó difícil acostumbrarse a la libertad?” El Canciller ni siguiera pensó la respuesta: “Señora, lo que siempre me resultó difícil fue acostumbrarme a estar secuestrado. A la libertad me acostumbré en el mismo segundo en que estuve libre.”

El ministro de Relaciones Exteriores pasó por Madrid hablando de Relaciones Interiores, y volvimos a descubrir lo obvio: a la libertad no hay que acostumbrarse, se disfruta desde el primer momento.

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